Carta del inicio del expediente de Coronación

Querido hermano:

Con gran satisfacción y alegría me dirijo a ti para confirmarte el inicio del camino que nos llevará sin duda alguna a la Coronación Canónica de María Santísima del Desconsuelo. A pesar de haberse convocado en pleno mes de julio, el Cabildo Extraordinario celebrado el pasado jueves 9, que superó ampliamente el quórum exigido, aprobó por unanimidad el inicio de los trámites para llegar a tan ansiada meta. Fueron muchos los hermanos que, aun no habiéndoles sido posible asistir, manifestaron su adhesión y entusiasmo con el proyecto.

Empezamos con ilusión la ardua y titánica empresa, llena de obstáculos y sinsabores, dificultades y trabas, decepciones y fracasos pero exitosa en sí misma por cuánto representa para nuestra Hermandad y para nuestra Iglesia en su conjunto.

Coronar una imagen no es cambiar su corona celestial por otra de oro. Es hacer manifestación pública de fe por una advocación que, en nuestro caso, lleva más de trescientos años haciendo prodigios y milagros y dirigiendo la vida interior de nuestra hermandad. Es, como dijeran de la Virgen del Carmen en 1925; “Como Dios te corona en el cielo, te corona Jerez con su amor”.

Fue por Ella, nada más comenzar el s. XVIII, por la que el pueblo de Jerez construyó una capilla en su nombre, donde hoy se custodia al Santísimo Sacramento.

Fue por Ella, por la que la parroquia del Corpus Christi y María Santísima del Desconsuelo, donada por nuestra Hermandad, lleva su nombre.

Fue por su intercesión, los muchos milagros documentados desde 1713 hasta nuestros días y que, cada septenario, se leen para recuerdo y memoria de su grandeza.

Fue por Ella y por el Señor de las Penas que nos trajo a este mundo, todas las acciones emprendidas por nuestra hermandad para reabrir el templo de San Mateo y la capilla Sacramental y también las que llevamos a cabo hoy día para seguir restaurando nuestro querido templo.

Es por Ella, por la que seguimos apostando por hacer el bien en este mundo nuestro que necesita a la Virgen más que nunca, como en estos tiempos de pandemia en los que los cofrades de todas las hermandades estamos dando lo mejor de nosotros mismos por aquellos que lo están pasando mal.

Será siempre por ella, por la que seguiremos siendo fieles testigos del mensaje de Cristo y defensores de su Iglesia.

Dicen que viene una gran crisis. Pero la verdadera crisis que nos azota es la de fe y valores que muchos interesados quieren imponer a los que creemos en Jesucristo y en su santísima Madre. Porque la crisis económica la superaremos más pronto o más tarde, trabajando, inyectando dinero e ilusión en la sociedad, siendo generosos con nuestra entrega y sacrificio. Pero la crisis de valores que nos sacude nos puede llevar a la complacencia y al mal que se esconde detrás de tantos interesados que renuncian a Dios y al valor de su palabra.

Por supuesto que vamos a coronar a la Virgen, a esa madre de todos que nos trajo en su vientre la verdadera solución a nuestros males. Dependerá de Ella y de nuestro propio esfuerzo el tiempo que nos lleve hacerlo pero, no os quepa duda, lo haremos. Todos tienen que saber que en esta tierra la amamos sobremanera y nos ponemos en sus manos cuando las cosas no van bien.

A esa Virgen, nosotros la llamamos Desconsuelo, y queremos que con su coronación quede patente ante nosotros mismos y ante toda la Iglesia que seguimos creyendo en Ella.

Cuento contigo.

Un abrazo.

Fdo. Francisco José Zurita Martín
Hermano mayor

Leave a Reply